domingo, mayo 21, 2006
el sueño
La chica había despertado de su sueño muy lentamente, era ya tarde y recordaba las imagenes confusas... veía una pantalla de móvil que se configuraba como la del ordenador con grandes iconos y le resultaba imposible ver los mensajes enviados y no entendía nada... Soñaba que se encontraba incomunicada en un espacio blanco y limpio... -en un día podía dormir horas y horas que acumulaba de cansancio de quién sabe, años, y sólo de noche encontraba la lucidez suficiente para poner algo de orden en los recuerdos de lo soñado-. Estaba en una oficina y se acercaba un chico -sé quién es, lo conozco y lo veo a menudo- la abrazaba sobre la mesa con un beso duro y rígido, como contenido y vergonzoso, con esa barba corta que hace daño, ella le decía que no podía besarle así... que se relajara y a su vez lo abrazó siempre vestido, como si fuera un niño con miedo pasando el brazo entre sus piernas y apretando la espalda de él contra su pecho fuerte y cálidamente... Ella no echa de menos lo lejano, lo que no tiene cerca pero lo sueña y cree que así se comunica con aquellos con los que sueña, o piensa incluso a veces que aunque no sueñe -despierta y consciente- aquellos en los que piensa o recuerda de algún modo están en contacto leve, pausado y sin ansia... Como cuando se avecina la hora de la siesta de un día de descanso no habitual y se tiende en la penumbra de la habitación color crema y se acaricia con algo de color azul y rosa que vibra y conmueve su piel... de este modo entra en el sueño y en los deseos, en un mundo dulce que comparte como si viajara en la estratosfera en un satélite plateado que mira a la tierra cerca y lejos...
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