jueves, agosto 31, 2006
ciao, bella estate...
he soñado mucho esta tarde de siesta, con ventilador y calor intenso de julio fuera de fecha en esta ciudad de dios... lo más grato una llamada de un chico al que había querido un fin de semana que volaba hacia la India para viajar en inglés -su mayor ilusión- y subido en una cesta -sobre los elefantes, le dije; podía ser un globo- y mi sonrisa sin palabras es lo que me despertó... luego había una celebración bajo mi casa y no me dejaban usar el hammam que habían arreglado para la ocasión y entonces me bañé en otra piscina para nadar y casi me trago las escaleras al tirarme de cabeza... y luego, una escena de policías contra unos jóvenes que robaban dvd's de unos almacenes,
y el bello verano al que digo adiós es un verano de contradicciones absolutas y encuentros inesperados y cambios de agenda en los viajes programados y fines de semana en las playas de agosto en Málaga... donde empiezan nuevas historias y terminan otras, y mi corazón que se abre de nuevo a sensaciones olvidadas y de sonrisas que imagino pero que no veo y de lágrimas que apenas puedo entrever, y mi ánimo que fluctúa entre la almohada que abrazo de noche y el cuerpo de mi chico soñado, moreno y fuerte...
envío besos como mariposas de colores a las maravillosas personas que he conocido y a las que he encontrado de nuevo después de mucho tiempo y el abrazo de aire fresco y navegante de vientos favorables a mi querido hermano y a la niña que habita en mis ojos, un verano de quicio de puerta que abre y cierra suavemente la vida en su camino, bajo las estrellas sin luna y la puesta de sol junto a ella que me acompaña, a todos los que no he nombrado y están en mi pensamiento...
tantos, queridos, pensados...
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