Se acerca la hora de coger el avión, son dos hacia Milán. Pongo música de cantautores italianos, Fabbrizio de Andrè, Francesco de Gregori, Lucio Dalla... canto con ellos los textos que aprendí con veinte años, grabadas en viejas cintas. Los paisajes de Como, las callejas de Milano, el pueblecito de Soresina, Roma otra vez tan distinta... Amigos de siempre me esperan con le braccie aperte. Se puede imaginar tanta felicidad por el reencuentro, tantas cosas que contar desde hace casi quince años... Sólo una vez regresé para visitar a una amiga que veraneaba en Otranto, al otro extremo de la peninsula, justo en el taconcito de la bota. Eso fue hace tres años. Cómo ha cambiado la vida también en estos tres años. Todo evoluciona, se transforma, se desarrolla en el camino que elegimos si tenemos la consciencia de la libertad de actuar y de tomar aquello que nos va a favorecer más o de rechazar lo que no nos va a interesar. No es fácil. En ocasiones hay que abandonar proyectos que no tienen futuro, distanciarse de personas que no nos hacen nada de bien. Os dedico este brano de una canción famosa, que escuché hace dos inviernos en una sala de música sevillana, se llama Azzurro.
http://www.galleriadellacanzone.it/canzoni/anni60/schede/azzurro/testo.htm
jueves, septiembre 07, 2006
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