miércoles, abril 26, 2006

Hotel California, Eagles


la canción...
http://www.youtube.com/watch?v=7NA4Ly59Jqc

y algo por ahí...
http://www.lacoctelera.com/logoss/post/2005/07/21/habitacion-001

"En una autopista oscura y desierta
Aire fresco en mi cabello
Tibio olor de colitas
Levantándose por el aire
Mas adelante en la distancia
Vi una luz brillante
Mi cabeza se puso pesada
Y mi vista se hizo débil
Tuve que parar por la noche
Ahí estaba parada en la entrada
Oí la campana de misión
Y estaba pensando
Esto podría ser el cielo o podría ser el infierno
Entonces ella prendió una vela
Y me mostró el camino
Había voces en el corredor
Pensé que las escuche decir

Bienvenido al Hotel California
Un lugar tan encantador (bis)
Una cara tan encantadora
Espacio suficiente en el Hotel California
Cualquier época del año (bis)
Puedes encontrarlo aquí (bis)

Su mente es de la loca Tiffany
Y tiene el Mercedes Benz
Y tiene muchos bonitos, chicos bonitos
Que ella llama amigos
Dulce sudor de verano
Un baile para recordar (bis)
Entonces llame al Capitán
Por favor tráigame mi vino
El dijo No hemos tenido a ese espíritu aquí desde 1969
Y aun esas voces llaman desde lejos
Y te despiertan en medio de la noche
Solo para escucharlas decir

Bienvenido al Hotel California
Un lugar tan encantador (bis)
Una cara tan encantadora
Ellos lo están gozando en el Hotel California
Que agradable sorpresa (bis)
Trae tus coartadas

Espejos en el techo
Champaña rosa en hielo
Y ella dijo
Solo somos prisioneros aquí
De nuestra propia practica
Y en la cámara maestra
Se reúnen para el festín
La apuñalan con sus cuchillos de acero
Pero simplemente no pueden matar a la bestia

Lo único que recuerdo
es que estaba corriendo hacia la puerta
tenia que encontrar el pasaje
que me llevara al lugar
donde estaba antes
Relájate! dijo el hombre de la noche
estamos preparados para recibirte
puedes reservar en cualquier momento
que quieras pero nunca puedes irte!!!"

lunes, abril 24, 2006

ángel de pelo oscuro

Te he visto una vez, o te vislumbré tal vez, ángel de pelo oscuro radiante de vida. Cuando el invierno era crudo y tus ojos, un enigma. Sé que caminas solo por la playa, ante la danza de las mareas, escuchando ramajes que se quiebran, o música de amaneceres limpios. Tu cuerpo no siente lo que hay más allá de la roca, sino la arena fina que se escabulle entre los dedos de tus pies desnudos, acostumbrados al agua atlántica. Príncipe, absolutamente bello. Descubre por mí qué hay bajo las olas de aquel horizonte hacia levante… qué secreto de silencios aguarda mi mirada, hace tiempo dormida. Una concha fina se desprende de la espuma suave… la atrapo antes que se hunda, invisible. Antes que pierda la forma que tantos siglos modeló ese arte… Sin verme, sin saberte… el aire azul gira y retrocede más allá del pueblo para poder abrazarlo y respirarlo. Aturdida, pongo mi mano en la huella desvanecida que dejas en la orilla.

miércoles, abril 19, 2006

Baudelaire y los tornasoles de seda


Me derrito -y por qué no- me embeleso al leer las palabras de Baudelaire sobre la mujer: "La mujer es, sin duda una luz, una mirada, una invitación a la felicidad, una palabra algunas veces"..."las muselinas, las gasas, las amplias y tornasoladas nubes de tela"... todo un raptus de seducción, dejando para otro día su capítulo "El elogio del maquillaje" y sus magníficos párrafos sobre el dandismo, glorioso ejemplo de rebeldía como actitud de distinción social y destructor de la "trivialidad". (El pintor de la vida moderna, 1868)

Qué agradable me parece lo que sugiere como si fuera un pintor de escenas de calle. Esa mujer, exclusiva, ahora ya no existe más pues el énfasis está más abajo del vestido, sobre la misma piel. Las joyas, los maquillajes, los trajes sedosos, ya son historia. Vende la naturalidad y los hombres están tomando protagonismo. Quien seduce es la mujer, al hombre dispuesto a dejarse seducir... ya no más al contrario. El artificio sigue acompañando a la belleza, en la espiral que mueve el deseo inexplicable por conseguir algo que no será nunca nuestro, que no tendremos en las manos, fugaz, insólito y pasajero, como las puestas de sol o los cometas en el cielo nocturno. Los espejos nos reflejan ya igualados, casi indistinguibles, pero confusos e inquietos por eso mismo, por no sabernos distintos, dandis o mujeres bellas... (a mis queridos separatas en preferia)

lunes, abril 10, 2006

Eugenio Montale

Recientemente, Igitur ha publicado en edición bilingüe el poemario de Eugenio Montale titulado "Las ocasiones". Según palabras de Antonio Colinas -cuyo enlace al artículo especifico más abajo- "de los poetas contemporáneos italianos, que reaccionaron contra la “losa” de la poesía d'annunziana, pocos lo hicieron de manera tan radical como Montale y Ungaretti. Quizá este último no hizo otra cosa que poner de relieve su voz pura y concisa y expresar con naturalidad su concepción de la poesía"... continúa:

"Es, sin embargo, Montale el que hace menos concesiones al lirismo fácil, a la fluidez expresiva y a la sintonía con el lector cómodo. Para ello, no dudó incluso en descreer –gesto muy al uso– de la poesía, ya desde el mismo título de su discurso al recibir en Estocolmo en 1975 el Premio Nobel: “¿Es aún posible la poesía?” Esta duda inútil generaliza la que ya Adorno había emitido con anterioridad con sentido trágico. Además, en la misma ocasión, situaba Montale al poeta que había en él a la misma altura que el traductor, el bibliotecario o el crítico musical o literario."

El libro, incluso materialmente, es una edición cuidada y limpia. Por ello recomiendo la editorial y su línea de poesía.

Más sobre la editorial Igitur (algo anticuada):
http://www.edigitur.com/

Artículo de Antonio Colinas:
http://www.elcultural.es/HTML/20060406/Letras/LETRAS16932.asp

El poeta:
http://www.bibliotecagodella.com/index.php/escritores/montale_eugenio/
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2057

sábado, abril 08, 2006

mujer de arena...




Noté que ella introducía algo metálico en mi boca dentro de un beso – ¿una joya tal vez? – su cuerpo desnudo pesaba ligeramente sobre el mío, era de noche en la habitación. En un movimiento lento introdujo un objeto suave y rígido poco a poco en mi sexo... su abrazo era cálido y arenoso. Algo en ella me era familiar, ese corte de pelo encrespado de un rubio platino, su anatomía fina y delgada…

La ambigüedad fluía entre nosotras... ¿quién era la que me acompañaba en el sueño? puede que un desdoblamiento de mí misma, el deseo de una amante o el reflejo de la mujer desconocida de mi amigo... mientras jugaba sobre mí susurraba que conocía el lugar donde ellos se reunían para amarse...

Se encuentran esas noches en la habitación alta de aquel edificio – me decía quedamente al oído mientras seguía encima de mí – la habitación tiene unas cortinas que caen hasta el suelo cubriendo el amplio ventanal... podemos ir a sorprenderles tú y yo -. Escuchaba aquellas palabras como si vinieran de muy lejos, de un espacio dentro de nuestros ojos cerrados ya medio adormiladas...

Por un instante pensé que él le había pedido a su amante que me encontrara, que me buscara para poder estar los tres reunidos una noche... el enlace que haría posible un deseo común... el aire se volvía oscuro y sólo podía sentir su presencia muy cerca de mí... la confusión se adueñaba de mi mente y veía aquella habitación en penumbra como si ya hubiera sucedido: el amplio lecho tenía las sábanas removidas, caían hacia un lado, el silencio acompañaba las sombras en el muro...

No había nadie allí. Habíamos estado en aquella estancia plateada, amándonos con esa cadencia apasionada que da el previo conocimiento de lo ya soñado, de lo ya pensado. Era tan sencillo de recordar... De ellos, de nosotras, quedaba el perfume de nuestros cuerpos, los restos de caricias y besos en el lecho, los gemidos ya apagados en la hermosa noche.

Puede que estuviera soñando pero la sensación esta mañana del recuerdo de aquel beso con la joya dentro, tan real... Ella, que con cierta intimidad jugaba en mi sexo como si lo hubiera hecho antes... era tan agradable dejar que me cubriera aquella desconocida de pelo claro, prolongando un placer que llegaba lentamente a su cenit en el reducido espacio del sueño...

Y el deseo que vuelva a suceder de nuevo un encuentro imprevisto, aunque ya imaginado, mueve mis ojos hacia la noche, abrazando la almohada que hace de aquella mujer joven y bella, de piel de arena y cabellos tan rubios... Cierro los ojos... ella acude presurosa para renovar el goce de mi deseo oculto... La chica que ha venido para quedarse y endulzar mi despertar de hoy, la que sueño en mis noches desde hace tiempo...
(abril 2004)

martes, abril 04, 2006

de noche en la bicicleta

Qué magnífica sensación montar en bici de noche, en el aire fresco y ya más limpio, bajo los naranjos y palmeras en el carril bici que podemos gozar desde hace unos años... De regreso a casa, recuerdo que hace poco tiempo me he recuperado de una larga enfermedad típicamente invernal y que por ello he dejado de fumar. Noto que no me agoto, no me acaloro, es mejor en muchos sentidos. Aunque no esté en forma, lo mejor de todo es poder montar en bici. La gente corre a mi lado, los footineros; yo, le doy fuerte al pedal en ocasiones. He cogido la de montaña, que se presta a movimientos más rápidos.
Pienso en mi amigo de pelo largo ¿a qué hora terminará su trabajo? Verá la noche diferente a como la veo yo, supongo, no sé cuántas horas dormirá, si se despierta temprano con la ventana levantada... en la cena, cogeré una copa de vino y brindaré por todos los que saborean el aire de la noche paseando en bici o a pié (tantos placeres sencillos aún en las manos). Buona notte, ragazzi.