lunes, octubre 09, 2006
c'era una volta il paradiso
No acaba mi abrazo, ni mi risa, ni los días en que me ensueño en ti. Piernas entrelazadas que parecen hablar un lenguaje propio, nos miran desde el otro extremo del sofá. Caminan, pedalean, reposan en la playa, nadan en el mar... y se dejan limpiar amorosamente. El tacto y el olfato se desarrollan anímicamente, crecen como sentidos propios más que antes. Animalillos del campo fuera de la ciudad, correteamos por parajes ahora nuevos. Soñamos. Ya no nos agotamos, sin estar saciados. Tras Italia, desconocida, reencontrada, he vuelto y estabas de nuevo más aún. ¿Se puede más? Quisiera llegar más lejos, más fuerte y decidida. A ese otro lado donde la vida da la vuelta y se gira, donde el torbellino rodea de colores el alma más triste y la deja llena de vida para recomenzar. Y una vez pensé que nada de esto era ya posible, volver la vista y verte, chocarme contigo por el pasillo, el teléfono que suena, preparar un desayuno... la ausencia siempre cumplida todos estos años. Y hoy, ya no sé dónde estabas cuando te buscaba. Toda una vida cerca sin haberte encontrado. Como esa distribución de Poisson que me explicas mientras te miro incrédula. Existes. Apareciste. Ciao tesoro!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario