lunes, enero 08, 2007

que tu año sea bueno...


dulce este invierno, donde el clima cambiante hace soleado el mediodía y las tardes comienzan a alargarse en el horizonte en la templanza del aire del sur,
dulce por los besos que comienzan y se van reencontrando en cada esquina del día, como no acordándose que estuvieron tan cerca y ya están de nuevo danzarines,
dulce por el paseo en bici al costado del río hacia el norte, reflejando en el agua un espejo lleno de rizos de matíz metálico...

deseo que por un instante veas tus ojos reflejados en ese pequeño arco iris que se recogía entre las nubes y por un día todo el ardor te cubra y te ciegue, para que sólo sientas la dulzura del invierno y tu año sea bueno, justo y apasionado, como sólo el rayo de luz sabe llegar hasta la piel, como el agua resbala por la arena tras la ola, así deseo que estas palabras aniden en un resto de tu pensamiento y se evaporen,

tras un cruce de piernas sentado,
tras la acera que cruzaste apenas,
tras el vino dulce de la cena,

abro la ventana y la palabra va,
dormida en la noche...

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