La casa inundada de agua después del sueño con el grifo de la cocina aún abierto, la casa que iba a abandonar en poco tiempo, podría incluso aprovechar para darme un chapuzón o llamar a los bomberos para achicar, las paredes húmedas de verdina que ya no arreglaría nunca más pues iba a venderla para mudarme... otra casa, una casa común, con una piscina de ambiente cálido de la que colgaban hamacas de siesta para niños pequeños donde una mujer cantaba nanas dulcemente. Cerca, otra piscina donde me iba a bañar sin traje de baño para hacer esos largos de agua templada junto a mi hermana que llevaba un bañador imposible y lleno de agujeritos.
Sueño que cambia todo, que la vida se licúa y tu canción de Los Secretos y te vuelvo a repetir que te quiero...